martes, 7 de octubre de 2025

91. Yoga comercial


 Dorian Leigh en baddhapadmāsana, 1946

¿Se puede hacer del Yoga una profesión sin que se vea comprometido el propio camino interior y sin caer en las opresiones del llamado “supermercado espiritual de occidente”? Esto es realmente difícil si para poder vivir dependemos exclusivamente de impartir clases de yoga. Al margen de los centros de yoga establecidos y consolidados, hay muchas personas que “intentan vivir” desde hace años del yoga. Se dedican a dar clases en colegios, asociaciones de amas de casa, polideportivos, gimnasios… Y ciertamente, no se les pasa por la cabeza poder llegar algún día a comprar un local y abrir su propio centro de yoga. Hay que dar muchas, pero que muchas clases todos los días durante muchísimo tiempo y cobrando muy bien por ellas para poder aspirar a semejante inversión. Muchas de estas personas tampoco se dan de alta como autónomos porque andan justos para llegar a fin de mes, si es que llegan... Y no digamos si encima tienen familia que alimentar. Ello convierte su fuente de ingresos en economía sumergida. Esta situación verdaderamente les hace caer en el estrés. ¿Gracioso, no? Un profesor de yoga estresado por apego a lo material y enseñando un yoga comercial que pueda competir con pilates, gimnasias de mantenimiento y similares. Lo ideal, si queremos transmitir la enseñanza del yoga, sería precisamente no hacer de ella nuestro medio de vida, o al menos, no hacerlo en exclusiva. Si conseguimos que el aspecto económico no sea lo más importante, sino que lo sea la enseñanza que te sientes llamado a compartir, entonces puedes desapegarte de lo material y mantener la pureza del yoga, transmitiéndolo a aquellas personas dispuestas verdaderamente a profundizar en su mundo interior y para las que su vida es realmente un desafío espiritual. De todas formas, no debemos olvidar que sin cierto mercantilismo, el yoga no se habría propagado tal como la ha hecho en occidente en los últimos años.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

98. El arte de meditar