domingo, 28 de septiembre de 2025

82. Lecturas espirituales

Dhirendra Brahmachari, 1953

Cuando leemos libros espirituales no tratamos de aprenderlos de memoria y al poco tiempo solemos olvidarlos total o parcialmente. De esta forma, parece que "perdemos" su enseñanza, pero no es así. Si hemos leído con atención, en el subconsciente queda su huella (saṃskāra). Por supuesto, si nos ha interesado realmente un texto concreto y lo releemos al cabo de un tiempo, es muy probable que accedamos a una mayor comprensión que en la primera lectura. Pero sin duda, cuando mejor se captan sus ideas o, mejor aún, cuando se llega a captar su significado profundo, es cuando las ideas expuestas en el libro las hemos experimentado en nuestro interior durante la meditación.

En muchos casos, todas estas ideas espirituales nos son familiares y, de inmediato, estamos de acuerdo con ellas y nos sentimos contentos al coincidir con el pensamiento del autor. Ello es así porque tales pensamientos son innatos en nosotros, ya sea por nacimiento, o por propia vivencia o convicción, la cual puede ser producto de nuestra meditación. Por tanto, una técnica fundamental para captar el significado profundo de las obras espirituales, es meditar sobre su significado, no racionalmente a la manera occidental, sino vivencialmente, de forma contemplativa. En algunos grupos de meditación se suele utilizar la lectura de textos cortos o frases inspiradas durante la meditación, escogiendo además el momento en que el grupo ha "entrado" en cierto nivel meditativo. Esta lectura se hace además de forma muy pausada y con el tono adecuado para dejar que el significado de cada frase penetre profundamente en la psique de los oyentes. El resultado suele ser asombroso y, desde luego, no tiene nada que ver con la lectura de esos mismos párrafos fuera del estado de meditación. 

 

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