martes, 26 de agosto de 2025

71. Paradojas

 

T. Krishnamacarya en svastikāsana

Normalmente la vida es una serie de acontecimientos que tratamos de racionalizar y justificar mediante la ley de causa-efecto. Pero fallamos continuamente. Intentamos por todos los medios encontrar sentido a las cosas: porqué existe la enfermedad, porqué y para qué vivimos, porqué el sufrimiento... Innumerables filósofos, psicólogos, políticos y religiosos nos ofrecen explicaciones que nunca nos satisfacen por completo y que siempre son rebatidas por nuevas teorías. Muchos renuncian y caen en el nihilismo, el materialismo o en las formas más sectarias de una religión cualquiera. Incluso se crean teorías muy convincentes, como la del karma y la reencarnación, pero que siguen sin satisfacer las preguntas últimas. Y es que la vida ordinaria no tiene sentido... ¡desde el punto de vista dualista de las cosas! Cuando se es consciente, realmente consciente, de que todo se halla entrelazado formando una unidad entonces, de forma mágica, todo adquiere sentido.

La paradoja más absurda forma parte de la Realidad. Incluso catástrofes tan denigrantes como la guerra o el hambre forman parte de la Realidad... Esta visión de las cosas, ciertamente puede aportar un sentimiento de soledad al principio, mientras sólo se tienen vislumbres o destellos de unidad. Pero, cuando la conciencia alcanza la iluminación plena, ¿cómo podría haber soledad en la unidad? Para sentirte en soledad tienes que considerarte aparte, separado de los demás. Si no hay "los demás", ¿de qué te vas a separar? Para quien posee este estado de conciencia, es cierto que los demás no le comprenden pero, ¿acaso tiene importancia para él?


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