Representación
tántrica de los principales cakras
Khecarīmudrā es una técnica muy tradicional (y actualmente olvidada) del haṭhayoga
clásico. Su práctica avanzada implica el corte progresivo del frenillo lingual
con objeto de llegar a tocar con la punta de la lengua los orificios interiores
que conectan la garganta con los senos nasales. De esta forma, el yogui puede
practicar la respiración alterna utilizando la lengua en lugar de los dedos
para dirigir el flujo de aire y obturando completamente la conexión entre fosas
nasales y garganta durante la retención de la respiración. Sin embargo, el
corte del frenillo puede ocasionar numerosos problemas si no se sigue la
técnica de forma escrupulosa. Los riesgos a que se expone el practicante varían
desde una infección en el frenillo (la operación de corte progresivo es muy
delicada y puede durar varios meses) hasta problemas psicológicos que le
impidan relacionarse en sociedad. Hoy en día, sobre todo en occidente, no se
recomienda la práctica avanzada.
En su lugar, se
puede practicar khecarī sin efectuar el corte, únicamente doblando la
lengua hacia arriba y dirigiendo su punta hacia la garganta de tal forma que
permanezca en contacto con el paladar alto, lo más cerca posible de la úvula.
Si se efectúa correctamente se notará un cambio de textura y de sabor en el
paladar. Probablemente también se produzca abundante salivación, al menos al
principio. No supone mayor problema que relajar la lengua y tragar la saliva
para continuar de nuevo. Únicamente habría que suspender la práctica si la
secreción producida presenta un sabor claramente amargo que indique la
aparición de toxinas. Al principio puede acumularse tensión en la boca y la
lengua, pero con la práctica progresiva va desapareciendo.
Normalmente, la
práctica de khecarī se acompaña de una respiración sorda (ujjāyī),
aunque también puede practicarse junto con otras técnicas de prāṇāyāma.
Se inicia la práctica poco a poco hasta que puede mantenerse khecarī
durante 5 a 10 minutos al cabo de unos pocos meses.
Los beneficios de
esta técnica moderada son también muy importantes dado que con la lengua se
presionan y estimulan numerosos puntos situados en el velo del paladar y cerca
de la cavidad nasal. De acuerdo con la fisiología sutil del yoga, estos puntos
influencian todo el organismo. También se masajean glándulas y se estimula la
secreción de ciertas hormonas junto con la saliva. Se dice que esta práctica
reduce las sensaciones de hambre y sed e induce un estado calmo de serenidad
mental previo a la meditación. Practicado junto con ujjāyī, también
puede ser muy beneficioso como parte de las técnicas de preparación al parto.
No obstante, su principal beneficio es que, incluso en esta forma de práctica
moderada, tiene el poder de estimular la absorción de prāṇa y el
despertar de kuṇḍalinī, el potencial de energía adormecido en nuestro
interior.
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