viernes, 1 de agosto de 2025

68. Pandit y gurú


 

André Van Lysebeth practicando rājakapotāsana en Rishikesh, 1963

Pandit significa “erudito”. En general, el pandit indio es un investigador de la iluminación, un sabio, un maestro y un defensor del dharma, la enseñanza sagrada, dedicado a descifrar intelectualmente la Realidad y aplicar sus descubrimientos a sus propios actos. Un pandit no suele tener discípulos espirituales, pero sí puede tenerlos para transmitir una ciencia concreta (por ejemplo, en la India, enseñarles sánscrito, astrología, canto védico, etc.).

Esto contrasta con el papel del gurú, o “terapeuta” espiritual que es en realidad el iniciador de la transmisión espiritual y que establece una íntima relación con el discípulo. La instrucción más personal y más íntima siempre la proporcionará el gurú. Un gurú puede ser una persona sin ningún tipo de instrucción, analfabeta incluso, pero que posee una sabiduría intrínseca o adquirida por medio del conocimiento intuitivo. Por el contrario, un pandit debe forjarse a sí mismo; su sabiduría es más bien producto del estudio. Se pueden dar todo tipo de casos: 1) un gurú que sea pandit (Krishnamacharya), 2) un gurú analfabeto (Hui Neng), o 3) un pandit que no desee tener alumnos personales (Ken Wilber). 

El profesor de yoga es una persona que practica, aprende y enseña lo aprendido. Una persona puede comprometerse en el camino del yoga, con o sin gurú, tanto practicando en solitario, como dedicándose también a la enseñanza. En cualquier caso, con el tiempo, los dos tipos de practicantes convergen y transmiten sus conocimientos de una u otra forma. Y al final, si logran la iluminación, los dos se convertirán probablemente en un gurú.


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