Un joven BKS Iyengar practicando purnamatsyendrāsana
Respecto de las
posturas, Patañjali solo cita los requisitos que debe cumplir el āsana: firme,
estable, con concentración en el infinito. Algunos, consideran que āsana es
nada más que una postura sentada y solo válida para la consecución del objetivo último, del samādhi. Lo mismo pasa con el prāṇāyāma: hay numerosas técnicas de prāṇāyāma y Patañjali se limita a exponer criterios generales (y
fundamentales) de esta práctica.
En realidad, la práctica de las āsanas
es muy anterior a Patañjali (igual que las técnicas de prāṇāyāma), de la misma
forma que hay muchos ejercicios de concentración y diferentes técnicas de
meditación. Patañjali no entra en detalles sobre las posturas porque el objeto
de su obra se centra en explicar el último paso, el samādhi.
Sin duda, la práctica de āsanas ha
evolucionado a lo largo del tiempo y las posturas que hoy se practican son una
mezcla del haṭhayoga tradicional con ejercicios de gimnasia occidental,
ejercicios de vyayam, del arte marcial tradicional de la India, y de contorsionismo. El haṭhayoga actual ha perdido gran parte del esoterismo
que lo impregnaba y se encuentra en continuo estado de evolución. Pero afirmar
que en época de Patañjali o en épocas anteriores, no se practicaban āsanas
avanzadas (aquellas que demandan más flexibilidad o equilibrio y concentración)
es un poco aventurado, y más si tenemos en cuenta que Vyasa (quizás el propio Patañjali, según algunos investigadores actuales) hace referencia a unas cuantas posturas en su comentario.
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