domingo, 23 de marzo de 2025

49. Los ojos en las āsanas

omakarāsana

Durante la práctica de las āsanas los ojos pueden estar cerrados, abiertos o semiabiertos. Además, con los ojos abiertos, la mirada puede estar fija en un punto concreto para ayudar a concentrar la mente. Todo esto depende del estilo que se practique. Generalmente, se practica con los ojos abiertos y la mirada dispersa, salvo en posturas de equilibrio. En las posturas de equilibrio, como el árbol o el cuervo, la mirada tiene que fijarse en un punto concreto durante su ejecución. Cuando se tiene cierta experiencia, los ojos están mejor semiabiertos, pues se favorece la interiorización y se "experimenta" mejor la āsana. Igualmente, cuando se domina una āsana, en su fase estática, los ojos pueden permanecer cerrados y así percibir mejor todas las sensaciones que produce la postura. 

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