martes, 17 de diciembre de 2024

36. Profesor de yoga

 

ekapādarājakapotāsana

Para ser profesor de yoga no debería ser necesario ningún título (aunque tampoco están de más y ahora es un requisito necesario para abrir oficialmente un centro de yoga). El yoga es una ciencia práctica y, como tal, lo más importante es dominarla y enseñar lo que uno mismo experimenta. El instructor debe dominar la técnica que instruye, además de poseer ciertas dotes de comunicación para transmitir la enseñanza de forma clara. En los cursos de formación de profesores, se aprenden técnicas para suplir de alguna forma (o desarrollar, según los casos) dichas dotes necesarias para poder dirigir una clase de 10 ó 15 alumnos. Pero es solo la práctica personal, cuando es sincera, continuada y fervorosa, la que poco a poco transforma el carácter del practicante y, en último término, lo faculta para la enseñanza.


martes, 10 de diciembre de 2024

35. Kapālabhātī y bhastrikā

 

Yogui practicando prāṇāyāma

Hay dos tipos de ejercicios respiratorios que, aparentemente, son muy parecidos y, en la práctica, se suelen confundir y mezclar: kapālabhātī y bhastrikā. El primero es un ejercicio de limpieza, un kriyā; el segundo es un prāṇāyāma, un ejercicio para el control de la energía vital (prāṇa). Pero sus técnicas son muy similares. Ambos utilizan la respiración rápida con énfasis en la espiración. En kapālabhātī se llega a un ritmo de 120 resp/min aproximadamente, mientras que en bhastrikā, la proporción es de unas 60 resp/min. En bhastrikā la inspiración se lleva a cabo utilizando la inspiración completa, con sus tres fases, a fin de llenar los pulmones totalmente, mientras que en kapālabhātī la inspiración es pasiva, automática y más superficial. Además, en bhastrikā la espiración es mucho más potente. No obstante estas diferencias, la práctica de la primera prepara y conduce a la segunda, por lo que la frontera entre ambas es difícil cuando llevas un tiempo practicando.

En estos ejercicios tiene lugar una importante hiperventilación pulmonar: aumenta en gran cantidad el porcentaje de oxígeno en los pulmones y disminuye apreciablemente la tasa de CO2; para compensar, tanto durante el ejercicio como después de él, se efectúan una o varias respiraciones de signo contrario, es decir, con retención de la respiración con los pulmones llenos, seguidas de una espiración del doble o más del doble que la inspiración.


98. El arte de meditar