lunes, 11 de noviembre de 2024

23. Auténtico haṭhayoga


Un joven BKS Iyengar en Eka Pada Rājakapotāsana
 

El practicante intenso de haṭhayoga purifica su sistema nervioso y fortalece el cuerpo a semejante grado que logra alejarse de sensaciones extremas como el calor y el frío, el dolor y el placer, e incluso el hambre y la sed, hasta límites insospechados. El experto practicante de haṭhayoga puede permanecer sin comida o sin agua durante periodos de tiempo inalcanzables por el ser humano no entrenado.

El haṭhayoga puede realmente conducir a una persona a la iluminación, pero sus exigencias son aptas solo para aquéllos que están dispuestos a comprometerse en una severa disciplina. El verdadero practicante debe vivir aislado de la sociedad ordinaria y debe emprender prácticas radicales que exigen ayunos y austeridades potencialmente peligrosas. Su práctica le ocupará la mayor parte del día y la noche, dejando poco tiempo para otras actividades. El haṭhayoga todavía se practica en su forma auténtica en regiones remotas de áreas salvajes, y resulta inaccesible al curioso o poco comprometido.


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