lunes, 29 de julio de 2024

10. No somos nada y lo somos todo

 


Yoguini en meditación

No somos nada y, en realidad, lo somos todo. Así de paradójico, ¿verdad? Así de real, de cierto, de evidente. Es tan evidente que no se ve. Es como la punta de la nariz, que siempre está en primer plano y nunca nos fijamos en ella. A veces tenemos algo delante y no somos capaces de verlo. Y en otros momentos, en otra situación, ante otras circunstancias, de repente lo vemos. El conocimiento más elevado se logra como mezcla de lo subjetivo y lo objetivo, hasta que ambas visiones se disuelven una en otra. Patañjali nos dice que mientras no logremos el conocimiento de lo que realmente somos, la vida injusta e ilusoria girará sin cesar a nuestro alrededor, generando deseos, rechazos y miedos.

En definitiva, aunque creemos que comprendemos, estamos equivocados, pues los obstáculos al conocimiento (ignorancia, egoísmo, deseo, rechazo y miedo) siguen actuando en nuestras vidas. En el momento en que realmente comprendamos, estos obstáculos desaparecerán de forma natural. ¿Nos hemos parado a reflexionar alguna vez por qué siempre preguntamos el “porqué” de las cosas? Cuando preguntamos, no sentimos, no experimentamos. Es el ego quien pregunta. Y cuando recibimos respuestas del exterior podemos comprender intelectualmente pero no experimentamos realmente la comprensión. Todas las respuestas están en nuestro interior más íntimo, en el pozo sin fondo de nuestro corazón. Si esperamos encontrar respuestas fuera de nosotros, estaremos equivocándonos.


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