En sirsāsana (postura
invertida sobre la cabeza), la correcta posición de la cabeza influye mucho
para facilitar la respiración; en realidad, cualquier indicación es muy
importante en esta postura eminentemente estática; por eso hay que asegurarse que cumplimos todos los detalles en su adopción.
Entre los muchos puntos en los que hay que fijarse, la correcta posición del
cuello es fundamental: el cuello debe estar recto, con la barbilla ligeramente
metida hacia dentro, a fin de estirar un poco la región cervical. Esto proporcionará
el apoyo de la parte superior de la cabeza que, dependiendo de la forma que
tenga (más o menos redondeada, etc.) podrá necesitar más o menos ayuda de las
manos haciendo cuña en ella. Además, el peso del cuerpo (idealmente) recaerá
por completo en la cima de la cabeza, permitiéndonos (idealmente) no utilizar
manos o codos. No obstante, si transcurridos algunos minutos en la postura,
notamos tensión en el cuello, podemos desplazar el peso del cuerpo que reposa
en la cabeza hacia los antebrazos. Cuando la postura se efectúa guardando estos
y otros detalles al máximo, el esfuerzo desaparece por completo y la
circulación energética es máxima y fluida.
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